martes, 24 de octubre de 2017

Matemáticas

Una ecuación
entre velocidad y tiempo
separa tus besos de mis labios
y mis caricias de tus manos.

Una ecuación
entre distancia y velocidad
mato sin piedad ninguna
para verte de nuevo.

El espacio medido
entre tu cuerpo y el mío
no tiene más resultado
que tu risa y mi risa
sin besos ni abrazos.

Porque el valor del sentimiento
no se cuenta con los dedos,
ni se calcula con ecuaciones
el calor de nuestros besos.
Mar Fresno