que estabas aquí,
cándida la mañana
qué desperté sin ti.
Libre era contigo
cuando me llamabas
para contarme libre
que me pensabas.
Paz me das ahora
en el íntimo rincón
donde habitas todavía
en paz y admiración.
Si te tuviera conmigo
susurraría en tu oído
la más bella gratitud
por haber existido.
Mar Fresno