lunes, 13 de febrero de 2017

Gestos

Me gustan las manos
porque acompañan nuestra historia,
acarician, pellizcan
y lanzan besos.

Me gustan cuando me arropan,
cuando me tocan el hombro
o cuando me estrujan la cara
y hacen hueco para un beso.
Me gustan porque dan,
toman, ayudan
y entregan el corazón.

Porque te hacen creer
que conocen tu futuro
y que no puedes borrar
sus profundas líneas.

Pero lo cierto es
que el futuro no existe,
porque sólo existe el ahora,
el antes y la esperanza.

El mundo no cabe en una mano,
pero una mano sí cabe en el mundo:
nos queda mucho por descubrir,
dame la mano y descubrámoslo juntos.
Mar Fresno 

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