de que me amaras cada día
como hacía yo incluso
cuando no te conocía.
Intenté hacerme ver
y pasarme por tu casa,
pero no querías hablarme
y me echaste a patadas.
Entonces bajé a tu lado
y caminé junto a ti,
pero aún así me odiaste
y quisiste verme morir.
Te defendí cuando te acusaron
y te sané cuando enfermaste,
pero no soportaste mi presencia
y me heriste y humillaste.
Te defendí cuando te acusaron
y te sané cuando enfermaste,
pero no soportaste mi presencia
y me heriste y humillaste.
Y cuando te saciaste, me mataste,
pero prefiero pensar que morí
y muriendo aún te quise,
muriendo, lloré por ti.
Porque te amo a ti
como a nadie más,
porque sólo por ti
di mi vida,
para que sólo tú
te puedas salvar.
Mar Fresno
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