que tu amor es suficiente,
que tu amor es inmenso
aunque fuese diferente.
Tal vez debí recordarte
que siempre me miraste
tan profundo, tan intenso,
que quise imitarte.
Tal vez debí llamarte
esas noches que no dormí
esperando el mensaje
que nunca recibí.
Tal vez debí pedirte
una explicación más
para tener tres mentiras
a las que poderme agarrar.
Y si a tu portal no fui
con la garganta en llamas
y las pestañas encharcadas,
fue porque te quise tanto
y te quise tan bien,
que no pude verte gris,
ni mucho menos, feliz.
Mar Fresno