viernes, 15 de julio de 2022

Kintsugi

De cada vez que tropecé
y tantas veces que me tiraron 
formaron en mi ser heridas
que el silencio y tiempo curaron. 

Algunas veces el golpe
rompió mi cuerpo en pedazos
y tuve que recoger uno a uno
los trozos que me importaron. 

Logré unir con paciencia 
y con cuidado cada cacho
hasta reponerme entera
con mucha fuerza y trabajo.  

Mas cada fragmento soldado
dejó en mi piel una seña
con un rastro dorado
trazado en mi alma entera. 

Ahora son como huellas 
y de mi cuerpo el decorado
que cubre mi corteza por fuera
con signos delicados.

Mar Fresno

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