Nunca temí la muerte
ni la soledad,
siempre fui valiente
en la oscuridad.
Pero mi mayor miedo fue
que dejases de ser tú
porque te quise tanto
y lo hago aún.
Siempre me han avisado
de que nadie cambia
y siempre me ha ayudado
a no darle importancia.
Pero mi mayor miedo fue
cuando tus ojos ya vacíos
me mintieron tan profundo
que no encontré el cuchillo.
Y si la gente no cambia
jamás lograré entender
que hayas pasado página
y yo no te deje de querer.
Mar Fresno
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