lunes, 19 de junio de 2017

Nuestros sentidos

Los ecos del crepúsculo
son tus dedos con los míos 
que me acarician lentamente 
provocando escalofríos. 

El aroma del silencio 
es tu aliento en mi pecho 
cerrando mis ojos, 
inundando nuestro lecho. 

El sabor de las tinieblas 
son tus labios anhelantes 
que me aprietan suavemente 
haciendo horas, instantes. 

El tacto de las sombras 
lo hallo en tus pupilas 
que me miran vehementes 
y a la vez, tranquilas. 

Así, el paisaje de la noche 
que soñamos despiertos 
enlaza nuestras almas, 
liberando nuestros cuerpos. 
Mar Fresno y Víctor Morales

No hay comentarios:

Publicar un comentario