viernes, 7 de diciembre de 2018

Explosiones

Me haces pensar
cuando me hablas de ti,
o cuando no me hablas
y me enseñas de vivir.

Me doy cuenta
cuando me miras así
que tal vez tú seas
lo que jamás merecí.

Luego me toca
reflexionar sobre mí
me miro al espejo
y termino por sonreír.

Me doy cuenta entonces
de qué tan lleno perfil
y pienso sin remedio
quién me mereciese a mí.

Que yo no te merezco
no es que tú a mí sí,
si en nuestro parpadeo
las estrellas se hacen mil
y explotan en pedazos
cuando tienes que partir.
Mar Fresno 

lunes, 29 de octubre de 2018

Mi existencia

No te necesito y,
aun así,
daría la vida entera
por tu existencia,
por ti.

No te necesito y,
aun así,
di mi vida entera
por tu existencia,
por tu sonreir.

No te necesito y,
aun así,
necesitarte fue
de mi necesidad de ti
el elixir.

No te necesito y,
aún así,
escogí necesitarte
solamente a ti.

Tu llanto, risa
y tu simple vivir,
dan sentido
a mi existir.
Mar Fresno 

viernes, 19 de octubre de 2018

Somnolencia

Cuento las horas en las que yazco
en mi esperada evasión
donde salgo de mí misma
dormida en el sillón.

Cada hora en la cama
explica sin fundamento
mis largos días de pena
y mis tardes de agotamiento.

Porque dormir de más
pretende explicar
que mi mundo sin ti
desista de girar.

Porque no eres tú sino el reposo
ni la maldita idea de que te vas,
y no tenerte me tiene
contando horas de más.
Mar Fresno

lunes, 1 de octubre de 2018

El tren africano

En el tren de camino a Nairobi, Kenia, tras acabar nuestro voluntariado en Mombasa, el paisaje de la sabana es muy seco, con arbustos bajos y árboles de copa larga y recta. De vez en cuando se ve una manada de cebras, de elefantes, de jirafas o de monos sobre la arena roja. La mujer que está sentada a nuestro lado nos cuenta que su hija nació en Estados Unidos y han venido a conocer sus raíces. Después de hablarnos sobre cuál es la mejor botella de agua, decide preguntarnos uno a uno si vamos a misa y nos dice que deberíamos ir, porque los que no van son drogadictos y alcohólicos. Nos defendemos como podemos, hasta que acabamos por darle la razón para dejar de discutir, no parece una mujer abierta a nuevas opiniones.

Al rato, descubrimos a un hombre sentado detrás de nosotros que está completamente girado para observar a los únicos blancos del tren. Nos reímos de la situación, pero no le damos importancia. Al rato, dos mujeres a nuestro lado comienzan a reírse a carcajadas mirando y señalando a Javier, un compañero nuestro con rasgos femeninos. Pronto, la risa se contagia y el vagón entero se está riendo sin saber por qué. Ante esto, Javier, que no siente vergüenza, comienza a reírse aún más alto y yo le grabo con el móvil de Marina.

De repente, la madre africana salta de su asiento y, gritando, me quita el teléfono de la mano. Histérica, dice que sabe que la he grabado, que no tengo derecho a grabarla y que sabe que lo voy a subir a Internet. Mis cinco compañeros le obligan a devolverme el móvil y continúa gritándome. Marina me defiende y la mujer le dice que no se meta, que está hablando conmigo. Varios pasajeros empiezan a dudar de los argumentos de la señora y se preguntan qué habrá ocurrido exactamente. 

Cuando la mujer lleva un tiempo gritando y nosotros respondiendo sin entender la situación, varias personas se levantan a pedirle que se relaje y nos deje en paz. La madre no se esperaba que su propia raza se volviera en su contra. Nos distraemos jugando a las cartas para dejar de contestar y la mujer sigue hablando del tema con los que hay a su alrededor.

Después de media hora así, uno de los señores que nos había defendido se cansa y le dice que ya nos había visto borrar los vídeos y que dejase el tema. Los gritos de la mujer regresan y el hombre nos pide que le enseñemos el teléfono, pero no se da por vencida y dice que sabe que existe otra carpeta aparte con los vídeos. Se enfada aún más cuando nuestras caras cambian porque estamos hartos y grita desesperada que no podemos tratarla así porque este es su país.

En cuanto dice esto, el vagón entero se levanta enfadado. Todos los viajeros gritan indignados, le dicen a la mujer que no tiene derecho a decir eso porque ella no representa su país y nos piden perdón por cómo nos está tratando. Al rededor de 100 personas se disculpan y nos explican que así no es cómo los kenianos tratan a los extranjeros, incluso los empleados del tren están de nuestro lado y no defienden a la mujer cuando se queja. Con todo el vagón en pie, sacan todos sus teléfonos para grabar y nos dicen que les podemos grabar porque no pasa nada. Pero nosotros, con la piel de gallina, estamos alucinando tanto que no hacemos más que dar las gracias y sonreír.

Al llegar a Nairobi, esperamos a salir los últimos para coger nuestro gran equipaje. Al cruzarse por nuestros asientos, todos los africanos del vagón nos saludan y nos vuelven a pedir perdón de manera personal. Kenia tiene humanos llenos de bondad, con un corazón ansioso por acoger a los demás. Nos enamoramos profundamente de este país africano y se nos quedó marcado bajo la piel su famoso Hakuna Matata. 


Mar Fresno 

viernes, 7 de septiembre de 2018

Brújulas

Al norte un frío infernal
me hiela las venas
y una familia de esquimales
duerme bajo una cueva.

Al sur se escucha una música
de saltos y risas
mientras las madres sufren
por rellenar tripas.

Al oeste me llaman
para que acuda a la fiesta
de los que comen sin ganas
y alimentan guerras.

Al este una sonrisa tan grande
que no parece sincera
construye un templo enorme
pero trabaja en la acera.

Y yo, pobre de mí,
que estoy en el centro,
y todo gira en torno
a mi maldito ego.
Mar Fresno 

viernes, 3 de agosto de 2018

Diógenes

Colecciono tus cartas
debajo de mi cama
en orden cronológico
dentro de una caja.

Y como colecciono colecciones,
quise seguir aumentando
y bajo mi cama se esconden
tus recuerdos y regalos.

Voy metiendo en sobres
cada beso que me das
y los guardo en una carpeta
en orden de calidad.

Pego en un cuaderno
los recibos y facturas
de sitios que me llevas
a vivir mil aventuras.

También hay un corcho
con las fotos y retratos
que se crean con nosotros
y que nosotros creamos.

Y mi colección de amores
la vacié casi entera
para que haya hueco y quepa
todo lo que nos espera.
Mar Fresno 

domingo, 1 de julio de 2018

Aunque tú no lo sepas

Aunque tú no lo sepas,
no he olvidado tu cara
y, aunque despierte sin ella,
por las noches me abrazas.

Entre sonrisas y carcajadas,
anoche besé tus labios
y te disculpaste sincero
por haberme abandonado.

Debatimos durante horas
sobre el dolor y el placer,
el brillo de mis ojos a oscuras
y cuándo vas a volver.

Aunque tú no lo sepas
conoces todos mis secretos
y los guardas bajo llave
como hacías con tus sentimientos.

Y aunque tú no lo entiendas,
nunca cierro la puerta con llave
porque sé que vuelves
como hacías antes,

cuando decidías amarme tanto
como en este poema
y no te imaginas cómo me amas
aunque tú no lo sepas.
Mar Fresno 

martes, 26 de junio de 2018

Hambrientos

Hoy estás tan guapo
que te voy a engullir a besos
y por mucho que grites
entre risas y llantos
que tenga piedad,
no la tendré
ni dejaré de comerte
hasta que decidas
que me toca a mí
ser engullida.
Mar Fresno 

sábado, 9 de junio de 2018

Lo que nos falta

Me alumbras las noches
en las que temo, amor,
que entre las tinieblas venga
a asustarme un ladrón.

Te guío en tu camino,
cuando te pierdes, amor,
y guardo tu mano con la mía
para llevarte hasta el sol.

Me abrazas tan fuerte,
si me enfrío, amor,
que viene a mi encuentro,
celoso, tu calor.

Te presto mi hombro,
cuando te enfadas, amor,
porque tu furia se enfría
si a tu lado estoy yo.

Besas mi frente,
cuando te lo pido, amor,
y me miras tan profundo
que ves mi corazón.
Mar Fresno 

viernes, 1 de junio de 2018

Por ti

Te conocí con la esperanza
de que me amaras cada día
como hacía yo incluso
cuando no te conocía. 

Intenté hacerme ver
y pasarme por tu casa,
pero no querías hablarme
y me echaste a patadas.

Entonces bajé a tu lado
y caminé junto a ti,
pero aún así me odiaste
y quisiste verme morir.

Te defendí cuando te acusaron
y te sané cuando enfermaste,
pero no soportaste mi presencia
y me heriste y humillaste.

Y cuando te saciaste, me mataste,
pero prefiero pensar que morí
y muriendo aún te quise,
muriendo, lloré por ti. 

Porque te amo a ti
como a nadie más,
porque sólo por ti 
di mi vida,
para que sólo tú 
te puedas salvar. 
Mar Fresno 

miércoles, 9 de mayo de 2018

La felicidad

Tú que tanto conoces
y tanto sueñas
piensas
que alcanzando tus sueños
y cazando tus presas
la felicidad encuentras.

Pues deja que te diga
y te vuelva a decir
que la felicidad
no se encuentra ahí fuera
y tampoco en mí.

No has de buscarla
ni esperar que vuelva,
sino sacarla
sin buscar un porqué
y darte cuenta que está
en tu propio ser.

Y después descubrirás
que se puede multiplicar
si miras a tu alrededor
buscando un corazón
a quien poderla regalar.
Mar Fresno 

miércoles, 2 de mayo de 2018

Te echo de menos

Tienes un hoyuelo en la barbilla
que me recuerda lo jóvenes que somos
y que algún día echaré de menos
tu carita de niño.

Tienes el pelo tan fino,
las pestañas tan largas,
los ojos tan claros
y la sonrisa tan sincera.

Pero te vas cuando aún te necesito,
regalando tu tiempo y juventud
por alcanzar tus sueños,
dejando atrás los nuestros.

Cada día estás más guapo,
lo sé aunque no te veo.
Creces sin mí y ya echo de menos
tu carita de niño.
Mar Fresno 

domingo, 1 de abril de 2018

Rayas

Uniendo tus cicatrices
encontré la constelación
que marcaba el camino
hasta mis sueños.

Y uniendo tus pecas
llegué a la conclusión
de que me has vuelto
completamente loca.
Mar Fresno 

viernes, 30 de marzo de 2018

Me gustas

Me gustas romántico,
cuando acaricias mi mano
y me susurras despacio.

Me gustas divertido,
ahogándome con besos
y matándome a cosquillas.

Me gustas cuando te vas,
me lanzas un beso
y miras atrás.

Me gustas cuando vuelves,
y me abrazas tan fuerte
que me quedo sin aire.

Me gustas hambriento,
cuando desesperado me atacas
y me comes a mordiscos.

Me gustas triste,
mirándome diciendo
que me echarás de menos.

Me gustas entero,
y me gustas siempre
porque me gustas tanto.
Mar Fresno 

viernes, 2 de marzo de 2018

Arrepentidos

Confesé que te amaba
y miraste al suelo,
juraste amarme
pero necesitabas tiempo.

Esperé contigo,
cogidos de la mano
y te di mi corazón
como quien da un regalo.

Me lo negaste tres veces
y te fuiste corriendo,
pediste que te esperara
y me levanté diciendo:

Cuando quieras quererme
me habré ido
cuando vuelvas para amarme
me habrás perdido.

Ahora nos miramos
preguntándonos cómo habría sido
si me hubieses creído antes,
o si te hubieras atrevido.
Mar Fresno 

sábado, 27 de enero de 2018

Te quiero y lo siento

Te quiero como se quieren 
las olas y el mar, 
te quiero y siempre
de manera incondicional. 

Te quiero tanto que a veces
me asusto al pensar
que corres peligro
y lloro sin cesar. 

Te quiero y temo
ser tu peligro vital,
me odio y pienso
que lo podría solucionar.

Te quiero y lo siento,
te pude querer más,
te quiero pero temo
que te pueda querer mal. 
Mar Fresno