Ya he confesado mi gran pasión por la música, pero, no es justo para mis otras pasiones, creo que se sienten inferiores. Os confesaré alguna, las que quieren ser confesadas, las demás supongo que prefieren seguir siendo secretas. Ya sabéis lo que dicen de los vicios inconfesables.
Aunque en mi familia nadie se lo crea, me apasiona aprender y saber un poco de todo. Poder hablar sin miedo a equivocarme porque sé perfectamente lo que digo. En mi casa no se lo creen porque hay cosas que no aprendo porque, simplemente, no quiero. Mi padre aún quiere que aprenda las tablas de multiplicar. A mí, aunque parezca una locura, me parece una aventura no saber ciertas cosas. No saber las tablas de multiplicar, por ejemplo, hace de cada examen de matemáticas un mundo distinto al mío, porque por mucho que entre en él, nunca será mío. No sé si me entendéis, yo me he explicado. Lo que no explicaré es mi contradicción.
Me apasionan también los abrazos, aunque normalmente me cueste darlos. Cuando los doy o me encuentro por sorpresa en uno me siento aceptada.
Os diría que me apasiona el chocolate, pero creo que simplemente me encanta. Lo que sí me apasiona es el olor de la montaña. Es algo que no puedo controlar, es superior a mí.
Volar es otra de mis pasiones, el problema es que no tengo alas. A pesar de eso, lo hago, os voy a contar cómo, no es ninguna metáfora o misterio. Vuelo cuando nado, cuando estoy dentro del agua. De pequeña solía imaginar que cuando tocaba el agua me convertía en sirena. También vuelo cuando corro cuesta abajo, cuando peino una montaña, no me han fallado las rodillas todavía. Bueno, hay otro momento en el que también vuelo, aunque me vais a llamar mentirosa porque os parecerá una metáfora. Vuelo cuando me besan, no cuando beso, cuando me besan. Hay veces que, en medio de un beso, sientes que te besan sin pensar cómo. Centran su atención en ese beso y en ti. Seré un poco egoísta pero esos besos no sé si los he dado, pero nunca habrá otra sensación que haga volar tan alto.
Por último os confesaré que me apasiona escribir, quería que fuese inconfesable, pero este era uno de mis sueños. Ahora toca ir a por el siguiente, deseadme suerte.
Mar Fresno
Volar cuando te besa sin caer a sus pies. Apasionante, enhorabuena.
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