miércoles, 23 de abril de 2014

Si crees, crearás

Estas palabras aquí escritas no tienen ningún sentido hasta ahora. No se oye nada, pero dentro de ti esto suena tan alto que parecen timbres. Ahora las palabras viven y disfrutan, corren por tu mente. Están nerviosas, lee más despacio.
Este párrafo de letras y símbolos, eres tú quien le da vida y hace que fluya. Estaba esperándote impaciente y ahora mismo lo estás convirtiendo en algo, sus palabras cobran sentido gracias a ti. Se están relajando.

No somos como las palabras.
Somos y finalmente no somos.
Puedes estar con la persona más apasionante del mundo, alguien que ama y que inspira.
Y un instante después puede no ser nada.
Un cuerpo vacío, sin sentido, sin sueños, que solo causa dolor.
En un suspiro, sin más.
La muerte nos hace mortales, las palabras inmortales.
Y hasta que yo muera, sin duda habrá gente inmortal.
Doy vida con mis palabras y dejo que vivan aquí.
Mientras yo respire, leeré estos versos y seguirán vivos.
Las palabras viven cuando alguien les da vida, haciéndolas suyas.
Son capaces de dar a conocer, de dibujar en nuestra mente algo más elaborado que una imagen.
Son, junto a otras, parte de una obra de arte, una confesión de amor o un último suspiro.
Son todo lo que queramos ser, por eso nos convertimos en ellas.
Nos convertimos en palabras.
Y morimos con ellas.
Mar Fresno 

1 comentario:

  1. Que menos que pasarme por aquí después de que tú "dieras vida a mis versos y palabras" haha :) Gracias.
    Me alegra ver que hay gente que valora tanto las palabras, y estoy totalmente de acuerdo. Las palabras son inmortales.
    Un saludo!

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