viernes, 11 de abril de 2014

"Te prometo ser siempre tuyo"

He resuelto mi problema, ese que no conseguía ignorar como hacía con los demás. Que por mucho que lo echaba no se iba. Te lo cuento porque confío en ti.

He logrado sacarte de mi cabeza, después de tantos intentos, has cogido las maletas y te has ido de ahí dentro. Ya no te echo de menos, nada, créeme. Ya no puedes llamarme cabezota, ni impaciente, ni demente, ya no te necesito. Porque por mucho que quiera, no puedo hacer que vuelvas. Eras lo único en la vida que no quería perder y te fuiste hace tiempo.

Ya no echo de menos cómo te mordías el labio cuando decía una tontería. Dejé de suspirar por no poder probar el veneno que tenían tus labios en los besos lentos. No extraño cómo disfrutabas cantando y no paso por tu casa todas las semanas. No necesito hablar de nosotros cuando hablo de ti. No hablo de ti.

No volveré a ver a ese chico que nunca se arrepentía de nada. A mi mejor amigo. Te he olvidado, aunque aún guardo mi promesa y aún lloro tu ausencia. No, ya no lloro, solo miento.

Como verás, me he levantado en mitad de la noche y te he extrañado muchísimo, no puedo vivir sin ti, te quiero.
Mar Fresno

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