"De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años
por saber lo que a otros
de mí has hablado.
Y esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por saber lo que a solas
de mí has pensado"
He pensado mucho en ti, lo suficiente para avergonzarme, seré sincera. Pienso en lo que pasó y lo que no, en lo poco que tengo sin ti. En todo lo que puede pensar una niña enamorada.
Pienso y a veces lloro, pero solo un poco. Pienso en ti al escuchar cantar a mi roquero favorito y pienso en nosotros cuando te veo en fotos. En nuestros paseos, nuestras risas, nuestras cervezas y nuestras noches. Alguna vez he vuelto a leer tus cartas para recordar y no sé cuándo empezaste a olvidarme. Pienso mucho, demasiado, pero es en ti al fin y al cabo.
Hablo de ti, mucho también. Creo que te guardo dentro y sales cuando te recuerdo, sin que pueda pararte. Hablo de ti a los que te conocen y te doy a conocer a los que no. Cuando empiezo a hablar de ti siempre miro al suelo, luego alzo la cabeza y al final siempre me río entre un suspiro. No estoy muy segura de qué digo, si fuese por mí me pasaría los días mencionándote.
Me cambiaste tanto que no me reconozco, perdí todos mis complejos cuando me miraste de aquella forma que tanto me gustaba y no los he vuelto a ver.
Sé que aunque no vuelva a verte, aunque no me pidas que vuelva a tu lado, aunque me case con otro, siempre serás el amor de mi vida. Y eso no lo cambio por nada del mundo.
Mar Fresno
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