Aquí estamos, mirándonos, odiándonos y amándonos. Mi preocupación por él
varía, preguntándole si todo va bien y olvidando la respuesta. Me
gustaría adentrarme más allá de su mirada y averiguar lo que piensa, lo que busca. Despierta, abre los ojos y encuentra, pero deja de pensar y sólo busca formas de conseguir lo
que no quiere. Me encanta saber que está conmigo y que me protegerá. Siento odio hacia el recuerdo y amor hacia
él (aunque tal vez sea al revés).
¿Qué hacer, qué ser? Recuerdo
mi adiós y su despreocupación y encuentro su interés y
falsa ilusión. No pide perdón pero sí muestra arrepentimiento hacia
el pasado y rabia hacia hoy. Tengo distintas formas de pensar y me cuesta elegir la mejor ¿Cómo voy a olvidar? pero también
¿Cómo voy a no querer olvidar? No entiende como solía entender la vida, pero tampoco se entiende a sí mismo. El amor comienza cuando
sientes que tus necesidades son tan importantes como las del otro al fin y al cabo.
No soy yo,
ni es él, somos nosotros, estamos entre el amor y el odio.
Mar Fresno
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