Miro tus ojos difuminados y tu mirada confusa,
me alejo para verla mejor e inconscientemente me sale una sonrisa acompañada de
una risa desvanecida. No puedo contener mi alegría cuando estoy contigo.
Sin palabras, no hacen falta, simplemente
necesito estar a tu lado, tenerte entre mis brazos. Es sólo entonces cuando mi
felicidad es indefinible. Nada falta, nada puede fallar, me resguardas y me
proteges. Te susurro que te quiero porque es inevitable.
Doy prioridad a tus necesidades aunque siempre
llegues tarde. Me miras con tu mirada de niño y me pregunto qué mirada debo estar poniendo yo. De loca, de loca seguro (loca por ti).
Vuelvo a tus labios que me prometen tanto y
olvido inmediatamente mis inquietudes. No descanso porque siempre es la primera
vez. Nos internamos en un mundo que no es de nadie más.
Quiero conocer cada milímetro de tu piel y aprenderme cada detalle de tu forma de ser. Crecemos y poco
a poco vamos encajando. De lo que carezco, tú presumes
y por eso a tu lado todo es perfecto.
Mar Fresno
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